El Entierro de la Sardina

El martes 22 tuvo lugar en el patio del colegio nuestro particular Entierro de la Sardina, uno de los actos forman parte de la festividad de este periodo de Carnaval. 

La diferencia fue que lo que enterramos no fue una sardina, sino nuestro sufrido colegio, agotado por todos los niños que tiene que acoger cada día, razón por la cual este año ya ha prescindido de un espacio común para hacerles hueco. 

Nos acompañó la comitiva propia de estos actos, mujeres de luto llorando la pérdida, músicos entonando marchas fúnebres, un párroco y hasta un enterrador de lo más metido en su papel.

Finalmente, tras el entierro, se descubrió una reproducción del colegio perfecto, con un comedor nuevo y la conversión del viejo en cuatro aulas, el colegio que cubriría todas las necesidades presentes y futuras de los alumnos sin que estos tuvieran que recibir clases en el instituto o en aulas prefabricadas, soluciones a las que no queremos que recurra la Administración.

La Comunidad Escolar agradece la asistencia de todos los presentes al oficio y ruega a Educación la toma de medidas urgentes para que el difunto recobre el esplendor de antaño. 

Os dejamos el panegírico leído en el día de ayer por el Colegio Agustina de Aragón, descanse en paz.

Hoy nos encontramos aquí para despedir a nuestro querido colegio Agustina de Aragón, un colegio que con solo 5 años de andadura ha alcanzado y rebasado el  límite de su capacidad para seguir dando servicio a este barrio y es precisamente eso, la imposibilidad para albergar a todos los niños matriculados en él, lo que nos lleva a despedirle con todos los honores propios de su rango.

Comenzó este colegio como empiezan todos, acogiendo a niños de barrios remotos que acudían con la desconfianza propia de los centros recién inaugurados. 

Poco a poco su fama fue en aumento, tanto que en un par de cursos las solicitudes para escolarizar a niños en él superaron con creces a las plazas disponibles.  Sin embargo, él, muy valiente y aguerrido como la mujer a la que debe su nombre, acogió a todos esos niños. Incluso hubo cursos en que dio cobijo a alumnos cuyos centros se encontraba en fase de construcción, como nuestros compañeros del Jean Piaget y del Ronda Norte. Y a todos estos niños propios y ajenos, les dio una educación digna y adecuada. 

A día de hoy, al pobre colegio han empezado a desaparecerle espacios propios, como la sala de psicomotricidad y ya está pensando qué otras aulas empeñar en el Monte de Piedad para conseguir hacer hueco a las tres clases de primero de infantil que se incorporan en septiembre. Biblioteca, Informática y Sala de Profesores son las primeras en la lista.

Padres, niños y profesores no habíamos dejado de insistirle durante los últimos meses que la solución no estaba en reconvertir espacios, que lo único que solucionaba el problema de espacio actual y de cursos venideros era encargar al Departamento de Educación un nuevo comedor, donde todos los niños puedan comer tranquilamente y transformar el antiguo comedor en cuatro aulas para que el colegio de esta manera vuelva a tener el brillo de antaño.

Dado que a fecha de hoy, el Departamento de Educación sigue sin concedernos este comedor, no nos queda más remedio que declarar obsoleto este colegio, insuficiente para todos los niños presentes y futuros y enterrarlo para que descanse a la espera de que el buen juicio de la Consejera Serrat le dote de las infraestructuras necesarias para seguir cumpliendo la extraordinaria misión que venía desempeñando hasta de ahora: ser un ejemplo de la Educación Pública Aragonesa.

Despedimos entonces a este que fue el excelente, admirable, prodigioso y soberbio C.E.I.P. Agustina de Aragón

Descanse en paz.