Nos visita en el cole un
detective medioambiental llamado Prudencio CO2 que pertenece a la
C.O.S.I.C.A. (Centro de operaciones y
servicio de inteligencia para el CO2 de Aragón).
Les pregunta a los chicos si
saben a qué se dedica un detective medioambiental y ellos contestan que a
intentar que haya menos contaminación y menos gasto de energía.
Les pregunta si saben que cosas
funcionan con energía y los chicos dan muchísimos ejemplos: la luz, el
ordenador, la tele, la lavadora etc… Cuando pregunta de dónde viene la energía
nuestros chicos parece que no lo tienen tan claro.
Nos explica que con las máquinas que usamos
emitimos más CO2 del que la tierra necesita, así que se produce el
calentamiento global, es como si a la tierra le ponemos un plumas por encima).
Pide 6 voluntarios y la sala se
echa abajo, todos quieren salir pero sólo 6 son los elegidos. Nos explica que el carbón se saca de la mina
y se lleva a una central térmica, el proceso completo es: extracción del carbón
de la mina, transporte hasta la central, pasa por una turbina y se transforma
en unidades de energía que son las que nosotros utilizamos. Cada niño se encargaba de una parte del
proceso y fue muy divertido.
Luego pasamos a la energía eólica
que todos los chicos sabían que era la producida por el viento. Nos explica que se produce por un
aerogenerador (en este caso un molinillo de viento), luego va a la central, se
transforma en unidades de energía, luego va a la línea de distribución y ya se
transporta.
La energía del aire es infinita
pero la que no se consume no se puede guardar.
También produce CO2 pero en menor cantidad.
Ahora llegamos al turno de contar
de qué maneras vamos al cole y la mayoría de los niños van andando o en
coche. Contamos los diferentes medios de
transporte que hay: andando, bici, moto, coche, autobús, tranvía, tren,
avión…., nos explica que el ir andando o en bici es lo mejor porque sólo se
emite a la atmósfera el CO2 de nuestra respiración. Y después la mejor opción es el bus porque
aunque contamina más que un coche, como van más personas en cada viaje al final
la contaminación es menor.
Luego saca una regleta de
enchufes con un interruptor y nos explica que si por las noches apagamos ese
interruptor los aparatos eléctricos ya no consumen y podemos ahorrar un 5 ó 6 %
de la factura eléctrica.
Y llegamos al momento de las
bombillas. Una bombilla encendida da luz
pero también calor, una bombilla normal consume 40 watios, una halógena 50
watios y una de bajo consumo sólo 7 watios.
La mitad de la energía que recibe la bombilla la transforma en calor.
Nos cuenta que los fluorescentes
es mejor apagarlos si vamos a estar fuera de la habitación más de 5 minutos.
Y que es importantísimo para ser
unos buenos detectives medioambientales aplicar la regla de las tres R:
-
Reducir
-
Reutilizar
-
Reciclar
Y después de todas estas
explicaciones nuestros chicos ya están preparados para ser unos buenos
detectives medioambientales, así que los proclamó solemnemente a todos.