¿Habéis estado alguna vez en el Bosque de Oma?.
Es allí donde además de encontrar los colores propios de la naturaleza, la paleta del pintor y escultor Agustín Ibarrola, ayudó a convertir los troncos de los árboles en figuras humanas,geométricas y animales , llenando así el bosque de habitantes mágicos de colores rojos, azules y verdes.
En esa ocasión, nuestros niños de 4 años y sin necesidad de moverse del cole, nos hicieron trasladarnos a la Reserva Natural de Urdaibai, en el Pais Vasco, convirtiendo así los pasillos del Agustina de Aragón en un bosque lleno de magia, añadiendo a la belleza natural, la belleza del arte con los trazos que de cada uno de ellos quisieron plasmar en el papel.
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