jueves, 3 de junio de 2010

Infantil.Granja Escuela

 En este tercer trimestre, los alumnos y alumnas de 3 años E hemos hecho una excursión a la Granja Escuela de Monzalbarba. Allí, los monitores, Elías y Luisa nos fueron presentando a todos los animales que viven en esta granja.
En primer lugar conocimos a los perros, el perro pastor cuya misión es dirigir al rebaño de ovejas y el perro de agua, muy grande y peludo que antiguamente se encargaba de rescatar a la gente ahogada en el mar.


Después visitamos a las gallinas, les dimos de comer e incluso pudimos recoger los huevos que habían puesto. En el gallinero tuvimos que poner a tono nuestras cuerdas vocales porque al echarles la comida teníamos que cantarles: “pitas, pitas, pitas; pitas, pitas, pitas”.

Los vecinos de las gallinas eran los pavos reales y lo que más nos llamó atención de ellos fue su colorido plumaje.


Ssssssss… ¡Que no se despierten! Llegamos a la cuadra los cerdos que estaban completamente dormidos y mientras tanto, sigilosamente pudimos prepararles un delicioso desayuno y conversar acerca de este animal que tanta gracia les hizo a los niños. Finalmente con tanto bullicio los dos cerditos despertaron y pudimos verlos en acción, nos fijamos en la forma de caminar que tienen, en cómo se rascaban y en cómo disfrutaban revolcándose por el suelo y manchándose de barro.

Seguimos caminando, china, chana, china, chana… hasta encontrarnos con los burros, aquí tuvimos la oportunidad de cortar hierba fresca para que estos nuevos amigos llenaran su barriguita, pero un niño se llevó un buen susto porque al acercar la mano a la boca del animal le dio un lametazo y Víctor pensó que le quería morder, sin saber que los burros son muy muy buenos y no muerden nunca solo hacen caricias y dan besos.

Uffffff, que cansera, llegó el momento de coger fuerza y almorzar porque tras el desayuno nos esperaba un divertido juego. Tapamos a dos voluntarios los ojos para que no vieran completamente nada, el resto de niños y niñas formaron un círculo y en el centro Elías puso un animal, de modo que los dos voluntarios que se encontraban fuera del círculo tenían que adivinar el animal del que se trataba a través de las pistas y de los sonidos que hacía dicho animal. ¡Bieeeeeeeeen lo adivinamos! Era el cordero, después de tocar su suave lana fuimos a conocer a toda su familia.

También vimos otros animales como conejos, ocas (éstas si eran un poco malas porque si le acercabas el brazo picaban) cabras (a las que pudimos ordeñar) vacas y el animal más grande de toda la granja, el toro Anselmo, un gigantesco toro de mil kilos y que estaba separado del resto de animales porque le habían castigado por su mal comportamiento.

Como colofón nos convertimos en unos agricultores profesionales y plantamos unas preciosas tomateras para que cada niño cuidase la suya en casa, siguiendo las reglas básicas que hemos aprendido acerca del cuidado de todas las plantas, hay que regarlas, tienen que recibir los rayos del sol y lo más importante de todo, hay que darles mucho mucho amor.

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