Silvia Bautista, madre de una niña de 3 años, vino unos cuantos días al cole, carpetón bajo el brazo, para enseñarnos en qué consiste su profesión de ilustradora.
Silvia tiene la suerte de dibujar bien, muy bien y ocupa su tiempo creando los personajes que componen los cuentos de los peques de la casa.
Vimos todo el proceso de elaboración de los bocetos aprovechando un papel en blanco, incluso reciclado de un uso anterior. Nos mostró las ilustraciones ya coloreadas y las pruebas del libro hasta llegar finalmente al trabajo completo que podemos encontrar en un estante de una librería, de la biblioteca o ¿por qué no? de nuestra casa.
Disfrutamos de unas ilustraciones preciosas obtenidas con elementos sencillos como acuarelas, ceras de colores, lápices de grafito y sobre todo, mucho talento.
Pero ahí no quedó todo, los niños formaron parte del proceso creativo al ilustrar el cuento de los tres cerditos, la escena en la que el lobo se dispone a soplar, soplar y soplar la casa de paja del más pequeño de los hermanos. Os dejo el resultado, que no tiene desperdicio: la casita de paja, el cerdito, flores, nubes e incluso un avión con ventanas hasta en las alas…
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