Marimar, más conocida entre los niños como "El hada novata de la primavera", nos trajo un regalo muy especial: el cuento de Garbancito.
Esta preciosa hada, con sus campanillas, sus hojitas de hiedra deslizándose suavemente por las mejillas, sus frágiles alitas y su falda tornasolada fue un poquito más allá del cuento clásico, porque su Garbancito es un niño muy urbano, que vive en Zaragoza, más concretamente en Parque Goya II y que acude todos los días a un colegio con un tejado muy, muy especial. Un niño que compensa su reducido tamaño con una determinación de un gigante al querer ir sólo al Galerías Primero a comprar tomate frito para que su mamá termine de preparar los macarrones.
Y así, cantando pachín, pachín, pachón, el hada de la primavera se llevó de viaje a nuestros niños y niñas convertidos súbitamente gracias a unas plumas mágicas en periquitos y mariposas, para acompañar a Garbancito en sus aventuras por un mundo que no está hecho a su medida.
Tras el paseo junto a Garbancito por el parque del Barco Pirata, la fuente que siempre está seca y el encuentro con la Vaca Come Coles, la recompensa vino cuando el hada nombró a todos los niños “Guardianes de los cuentos”, con insignia y todo.
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